Estados Unidos despertó este domingo en un ambiente de tensa calma por el potencial de protestas a lo largo de la jornada en todo el país, pero con la esperanza de que el fuerte dispositivo de seguridad en Washington y en las capitales de los 50 estados evite nuevos episodios de violencia.

Tensión

El país norteamericano está en alerta máxima, debido al aviso del Buró Federal de Investigación (FBI) sobre “protestas armadas” en toda la nación entre el sábado y el miércoles 20, cuando el presidente electo de EE. UU., Joe Biden, tomará posesión de su cargo.

Las pistas que detectó el FBI en las redes sociales apuntaban a la posibilidad de un segundo asalto al Congreso de EE. UU. tras el protagonizado el pasado 6 de enero por seguidores radicales del presidente saliente Donald Trump.

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Ultraderechistas han instado a los seguidores de Trump a quedarse en casa, al asegurar que las protestas son una “trampa” para acusarlos de violentos, según The Washington Post.