

La nacional logró su segundo título en la categoría, en la rama femenina, después del que consiguió en 2013.
Las figuras de Caciques levantaron la Copa, como integrantes de la selección Colombia. Ante este hecho sin precedentes, se espera definición del tema de premiación.
La presencia de un dirigente como Giovanny Galindo en el microfútbol del departamento le permite hoy al Quindío contar con 2 campeonas del mundo, integrantes de la selección Colombia que en el Campeonato Mundial Femenino de Fútbol de Salón se impuso 12-0 sobre Canadá en la gran final.
Los esfuerzos que Galindo hace con su club, Caciques del Quindío, son fundamentales para que Yurani Marín y Laura Tamayo estén en su mejor nivel. De esa manera el ‘Corazón de Colombia’ ha puesto su grano de arena para el logro de la tricolor.
Sin embargo, falta más apoyo económico, darles la importancia que realmente merecen como heroínas del país, pues un título mundial no se consigue todos los días. La ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, estuvo en el juego que se cumplió en Mosquera, Cundinamarca, pero aún no ha dado a conocer qué premio recibirán.
También se espera deferencia por parte de la gobernación del Quindío y de la alcaldía de Armenia, pues un éxito de esta envergadura debe tener un impacto económico para quienes se sacrificaron por lograrlo y que, sin duda alguna, mucho lo necesitan.
El caso de los jugadores del grupo masculino Caciques, que decidieron migrar hacia Estados Unidos porque con lo que ganaban en el micro no podían vivir y debían, en el caso del portero Diego Moreno, combinar el deporte con las labores de obra blanca, madrugando a las 6 a. m. a entrenar, después yendo a pintar y más tarde pidiendo permiso en la obra para poder jugar los partidos oficiales, debe servir de ejemplo.
Tanto Marín como Tamayo, al igual que los deportistas más destacados del departamento, deben tener mejores condiciones para pensar única y exclusivamente en su deporte, en medirse a los mejores y levantar esas copas con las que todos los niños sueñan y que aún si no las alcanzan se llevan tras el proceso un gran botín, pues aprenden en el camino disciplina, resiliencia y a creer en sí mismos.
Yurani Marín consiguió 11 dianas en el certamen, y Tamayo convirtió el último de Colombia. Ambas triangularon y sellaron la cuenta y de inmediato se convirtieron en verdaderas leyendas.
$35 millones para cada subcampeona del mundo
La ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, anunció que a cada una de las jugadoras de la selección Colombia sub-17 le serán entregados a su llegada al país 35 salarios mínimos mensuales, lo que equivale a $35 millones, premio merecido por lograr el subcampeonato del mundo.
Perdieron 1-0 con España, con un autogol que debió ser anulado, con falta previa sobre Ana María Guzmán, que, al ser enviada al piso, no pudo evitar que el balón pegara en su pecho y se fuera en busca de la red.
No hubo revisión de VAR ni llamado del árbitro asistente de video, que ya había anulado un gol convertido con la mano por las españolas; quizás pesó lo anterior; sin tener en cuenta que si en un juego se anotan 20 tantos ilegales, 20 tantos se tienen que invalidar.
Así, la diana ibérica pasó por agache, y en la mente del hincha colombiano sigue dando vueltas, como en un bucle, la jugada en que Karla Viancha le ganó un balón aéreo a la portera de España, que se la llevó por delante, en el área, en lo que fue un penal evidente, que tampoco fue analizado por el VAR.
Eso queda para la historia, en los libros aparecerá la estrella de las hispanas, y el subtítulo para Colombia, que tuvo en sus filas a Linda Caicedo, que se llevó el botín de bronce y el balón de plata.
A la final asistió Ramón Jesurún, presidente de la FCF, que deberá propiciar cambios para el balompié femenino en el país, pues este grupo trabajó con muchas precariedades, entre ellas la de no contar con torneo de liga en 2022, lo que no les permitió llegar en un nivel ideal.
Entonces, la pregunta que surge es: si así fueron subcampeonas, ¿cómo hubiera sido si les hubiesen dado el apoyo que requerían? La importancia del logro radica en que la selección Colombia, entendida esta como el grupo de turno, sin importar sexo ni categoría, nunca había llegado tan lejos en un mundial, nunca había llegado a una final.
Las prejuveniles dejan India convertidas en leyendas, siempre les recordarán su gesta y serán las culpables del fortalecimiento de equidad en un país que la exige a gritos.

FUENTE LACRONICADELQUINDIO.COM