

Aunque las hectáreas cultivadas con plátano se han mantenido en el Quindío, la mayoría de las plantaciones no están en las mejores condiciones, por lo que su productividad no es óptima.
Como en todos los sectores agropecuarios, el aumento de los precios de los insumos ha afectado la rentabilidad de los productores de la fruta.
Después de que el año pasado los productores de plátano pasaran por una situación compleja debido a la estrepitosa caída del precio de este producto, que llegó a estar entre $250 y $300 el kilo, hoy el panorama es diferente, pues esa misma cantidad ahora se comercializa entre $1.000 y $1.500.
Las cifras fueron dadas a conocer por Óscar Hernando Gallego Giraldo, gerente de la Asociación de Productores Agrícolas de Quimbaya, Apraquim, quien aseguró que el repunte del precio viene desde hace algunas semanas, aunque un fenómeno podría hacer que en los próximos días caiga un poco nuevamente.
“La semana pasada sucedió que a Bogotá ingresó plátano de varias regiones, incluso de Ecuador, y eso muy posiblemente haga caer el precio esta semana, pero hay que tener en cuenta que la agroindustria regional está comprando y en mi concepto el precio es bueno mientras esté sobre el límite de los $900, porque de esa manera estamos hablando de un negocio rentable”, resaltó.
En cuanto a los costos de producción manifestó que antes de las alzas de los insumos, producir un kilo de plátano estaba entre $400 y $450, “el problema ahora es que, con las alzas de los insumos, el costo aumentó y lógicamente la rentabilidad ha bajado, pero no al punto de generar una crisis”.
La baja productividad es el mayor problema
Gallego Giraldo dijo que “el problema mayor que tenemos en el Quindío es la baja productividad y ahí es donde competir con otras regiones se volvió complicado”.
En promedio, la productividad en el departamento está cercana a las 8 toneladas por hectárea, lo que es muy bajo, porque un cultivo de plátano en buenas condiciones puede llegar a tener productividad de 15, 20 o incluso 25 toneladas por hectárea.
“La realidad es que en los últimos años no se han desarrollado políticas públicas claras para apoyar el agro y las personas han estado muy desanimadas, en especial desde el año pasado, debido a las afectaciones provocadas por el paro nacional, que fue un golpe mortal para para los platanicultores porque la agroindustria se vio afectada y los precios cayeron en niveles irrisorios de $250 y $300 el kilo, con lo que no se cubría el costo de producción”.
Señaló que este fenómeno se debe al aburrimiento del productor con el cultivo, por lo que no se quiere endeudar con los bancos para invertir en las plantaciones. “El productor no ve en el plátano un producto tan halagüeño, por lo que ha descuidado los cultivos y además los mercados están muy exigentes”. En la organización, en la que varios productores comercializan en forma conjunta, la producción ha caído en cerca del 40 %, por lo que en otros cultivos de pequeños productores esta cifra sea mayor.
El área cultivada se mantiene
Con relación al área cultivada, según las cifras oficiales de las evaluaciones agropecuarias, en el Quindío hay cerca de 24.000 hectáreas de cultivos de plátano, de las cuales entre 8.000 y 10.000 son monocultivos y el resto son cultivos asociados, generalmente con el café.
“El área cultivada, en mi concepto, se ha mantenido, pero en condiciones deplorables, si uno sale y recorre el departamento, de 10 fincas cuando mucho encuentra una con un cultivo en excelente estado. Se salvan productores que han sido empresarios de este sector toda la vida y siguen manejando los cultivos como una empresa, manteniendo contratos con grandes superficies lo que los pone en una situación diferente a la del mediano y pequeño productor”.
Sin mayores dificultades en el transporte
El gerente de la Asociación de Productores Agrícolas de Quimbaya, Apraquim, refirió que en este momento no ha habido problemas con el transporte.
Resaltó que el año pasado con el paro nacional y los bloqueos de vías hubo muchas dificultades en este aspecto, pero ahora, los fletes, pese al aumento del precio de la gasolina y de los peajes, no han tenido mayor impacto.
“Hay que tener en cuenta que Quindío perdió muchos mercados como el de Bogotá y Medellín, entonces se ha dejado de despachar producto hacia esas ciudades. La agroindustria del Quindío absorbe casi un 60 % de la producción regional y a diferencia de quienes tienen contratos con grandes superficies, hay pequeños y medianos productores que buscan mercados como Ibagué, Funza, Popayán y Cali.
fuente- la cronica del quindio