

Las autoridades adelantan la investigación de otros supuestos actores criminales por este hecho.
La Fiscalía acusó a un hombre de obtener a su favor $4.799.189.800 por medio de 5.129 letras de cambio y 176 licencias de tránsito provisionales.
Édgar Romero Palacio es investigado por los delitos de falsedad en documento privado y falsedad en documento público por la presunta estafa a Humberto Gómez Giraldo de $4.799.189.800, en un negocio por una flota de 176 taxis supuestamente inexistentes, según peritaje de las autoridades.
El caso
La Fiscalía relató en el escrito de acusación que, a finales del 2005, el investigado buscó a Gómez Giraldo con el que había creado la consignataria Autos La 24 en 1999 para que, al parecer, le financiara una nueva cartera de venta de taxis, como ocurrió en años pasados y que fue pagada, así, por medio de Gómez Giraldo, empezaron el nuevo negocio con $15.000.000 que se incrementaron a $20.000.000.
Pero esta vez, dijo la Fiscalía, la víctima ya no actuaba solo como el financiador, sino también como adquirente de los créditos, que constituía el denunciado en calidad de propietario de la consignataria Autos La 24 con los compradores de taxis, para lo cual Gómez Giraldo actuaba en condición de endosatario de las letras de cambio aceptadas por los conductores y del contrato de prenda sin tenencia, que se constituía sobre el automotor objeto de compraventa, recurriéndose entonces a un factoring —contrato por el que una persona o empresa cede los créditos derivados de su actividad comercial a otra, que se encarga de gestionar su cobro, reconociendo de manera anticipada el importe del crédito a aquella—.
Según la denuncia, el procesado se presentaba semanalmente a la oficina de la supuesta víctima y le llevaba 2 carpetas, cada una con 24 o 36 letras de cambio, el contrato de prenda sin tenencia, más la orden de levantamiento de prenda y fotocopias de licencias de tránsito provisionales con registro de limitación de dominio por prenda y por cada carpeta el denunciante le entregaba $20.000.000 a Romero Palacio.
Dicho procedimiento se sostuvo hasta mediados de octubre del 2011 cuando había una cartera de $4.799.189.800, respaldada en 5.129 letras de cambio que obran en 176 carpetas, que contenían igual número de contratos de prenda sin tenencia y de fotocopias de licencias provisionales de tránsito con limitación a la propiedad.
Gómez Giraldo emprendió un nuevo negocio y requirió al imputado a finales del 2011 para que le recogiera toda la cartera, y Romero Palacio empezó a hacerle pagos mensuales.
El descubrimiento
De acuerdo con la Fiscalía, Gómez Giraldo se vio inquieto porque no le entregaran el dinero de manera inmediata y fue a la Secretaría de Tránsito y Transporte de Armenia, Setta, a verificar la autenticidad de la documentación y estableció que era falsa, pues tanto los vehículos vendidos, como las limitaciones del dominio de los carros supuestamente vendidos por el imputado y los deudores no tenían tal condición por cuanto eran inexistentes, como lo habría verificado la Policía Judicial, en cuanto a que, al parecer, no existía la inscripción de los mismos en ese organismo de tránsito.
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El ente investigador penal habría establecido que los certificados de licencias provisionales obrantes en fotocopias, en las 176 carpetas que acopió serían falsas, además que las letras de cambio que el imputado entregaba semanalmente al denunciante estarían a nombre de, supuestamente, personas inexistentes, otras con números de cédulas de ciudadanía que no les correspondían y otras que nunca fueron suscritas por los supuestos deudores.
La investigación judicial habría establecido que estos documentos habrían sido elaborados por personas que laboraban bajo el mando del imputado, supuestos documentos falsos que una vez producidos, Romero Palacio, al parecer, usaba, agrupándolos en las mencionadas carpetas pertenecientes a los supuestos vehículos cuyos créditos eran adquiridos con el dinero que le entregaba Gómez Giraldo.
La Fiscalía habría hallado que los falsos deudores o compradores provenían de los datos que se extraían de los listados de personas que aparecían relacionadas como sancionadas con comparendos de la oficina de tránsito de Calarcá.
Los intereses deportivos
Según dijo la Fiscalía, el número de carpetas ascendía a 304, razón por la cual entre el denunciante y el acusado habrían generado un acuerdo de pago que correspondía a 128 carpetas y Romero Palacio canceló al denunciante $1.160.000.000 y, para cubrir el resto, le hizo entrega de un pagaré suscrito por el jugador de fútbol profesional Wilson Morelos López quien fungía, de acuerdo con la Fiscalía, como avalista de Romero Palacio por $1.500.000.000; es de anotar que ese pagaré fue presentado para el cobro ante un Juzgado Civil del Circuito de Bogotá y, como fue necesario proceder por la vía judicial mediante proceso ejecutivo, la conclusión de ese fue negar las pretensiones de Gómez Giraldo y lo condenaron en costas por una cifra de $33.000.000 en razón a que este negocio adolecía de un vicio consistente en que el objeto de esa negociación era ilícito, ya que Romero Palacio le habría asegurado a la posible víctima que le estaba cediendo el 50 % de los derechos deportivos de Morelos López, de los que anunciaba ser propietario, para lo cual suscribió el pagaré.
“Aun en la cancelación parcial de la defraudación de que fue víctima Gómez Girado, nuevamente fue engañado por $1.500.000.000 que estaba representada dentro del paquete de 128 carpetas que fueron entregadas por Gómez Giraldo a cambio de esa suma; quedando en poder del denunciante 176 carpetas que representan igual número de falsedades en documento privado y falsedades materiales en documento público (contratos de prenda sin tenencia y órdenes de levantamiento de prenda y 5.129 letras de cambio y 176 licencias provisionales de tránsito falsas)”, dijo la Fiscalía en el escrito de acusación.
“Soy inocente, ya le pagué”
Édgar Romero Palacio fue consultado acerca de la investigación que lleva a cabo la Fiscalía en su contra y respondió que es inocente, que le pagó a Humberto Gómez Giraldo todo lo adeudado.
“El caso está ante la justicia y hasta ahora no se ha demostrado absolutamente nada, soy inocente, ya le pagué, y tengo los recibos, comprobantes, declaraciones de testigos y todo tipo de pruebas para comprobar mi inocencia ante las autoridades y es lo que estoy haciendo”, expresó el señalado.
Dijo, además, que sus pruebas reposan en la Fiscalía, ante el juzgado que asumió el caso y que con su defensa demostrará que no es culpable y que la supuesta obligación ya fue pagada.
Expresó que nunca estafó a ninguna persona, que es un hombre inocente, de bien, que hace su trabajo por las vías legales y que no tuvo necesidad de embaucar a nadie para poder obtener su actual nombre y patrimonio en Quindío y en el país.
Puntualizó que espera que la justicia llegue rápido a la conclusión del proceso en el que se vio imputado y actualmente acusado y que, como prueba de ello, están sus recibos y acuerdos hechos con Gómez Giraldo.
Cabe señalar que para el próximo 22 de marzo a las 8 a. m. ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Conocimiento de Armenia se llevará a cabo la instalación del juicio oral donde las partes buscarán demostrar sus pruebas para que sea la judicatura la que tome la decisión.
fuente: la cronica del quindio