“Hay que quitarle los hospitales a la corrupción”: superintendente de Salud

“Hay que quitarle los hospitales a la  corrupción”: superintendente de Salud

En el foro, los invitados expusieron la realidad de los hospitales del Quindío, lo que se ha hecho en materia de investigaciones y lo que se ha logrado en mejoras.

En el foro Cita con la salud de los hospitales, organizado por LA CRÓNICA y RCN Radio, participaron Fabio Aristizábal Ángel, superintendente nacional de Salud; Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, gobernador del Quindío, y Freddy Orlando Rojas Arias, interventor hospital La Misericordia de Calarcá.

En el foro Cita con la salud de los hospitales, organizado ayer por LA CRÓNICA y RCN Radio, con apoyo de la Cámara de Comercio de Armenia y del Quindío, el superintendente nacional de Salud, Fabio Aristizábal, señaló que las dificultades que han presentado hospitales del Quindío y en general del país, son un problema especialmente de actores.

“Qué ha pasado para que en el Quindío, por ejemplo, La Misericordia de Calarcá, llegara a cerrarse… la respuesta es mafias y corrupción. Llegamos a un nivel de degeneración del sistema de salud que incluso los hospitales llegan a tener dueño político —un parlamentario, senador, etc.—, esa fue la realidad que encontramos en el país, la salud al servicio de la politiquería. Por eso iniciamos las intervenciones en este y otros hospitales del país, porque tenemos que quitarle los hospitales a la corrupción. Nos faltó tiempo y agentes para hacer estos procesos en más instituciones”, relató el funcionario.

Agregó: “Cuando dicen que el problema es el sistema porque las EPS son intermediarias, nosotros decimos que el problema que tiene Colombia es de actores, acá tenemos usuarios que sin necesitar medicamentos van y los piden para venderlos. Hay EPS buenas y tenemos hospitales públicos que solo con cambiar un gerente comienzan a mejorar, hospitales que durante 4 años han sido desangrados, pero ahora puedo garantizar que, por ejemplo, en La Misericordia, los costos de administración y de los profesionales de servicios han bajado la mitad, esto solo con el interventor.

Señaló que esa es la muestra de que no es un problema del sistema. “Nosotros en el Quindío y otros departamentos les hemos demostrado a las EPS que la contratación con la red pública se puede hacer y hemos recuperado la mayoría de hospitales que hemos intervenido”.

El superintendente señaló que cuando recibió la entidad hace 4 años encontró que de las 46 EPS que estaban habilitadas, solo 16 tenían el diploma de funcionamiento. “Además, encontramos un déficit de solvencia de cerca de $8.5 billones, nos entregaron más de 400 hospitales en plan de gestión integral del riesgo, es decir, en alto riesgo financiero, casi la mitad de los hospitales públicos del territorio nacional. Encontramos el contrato del Adres, que es el que hace la auditoría, siniestrado, con un problema en el flujo de los recursos muy complicado. 

Apuntó que por eso debían tomar decisiones, para cambiar el rumbo de la salud y de esa manera hoy hay 14 EPS en liquidación, 9 millones de colombianos han sido trasladados a otras EPS y comenzaron la intervención de cerca de 20 hospitales.

54 hallazgos en La Misericordia y 8 investigados en Quindío

Retomando el tema de las malas administraciones de los centros de salud, el superintendente de Salud aseguró que esa es la diferencia entre un hospital público de un municipio que va mal y otro en otra localidad cercana que va bien. “Son hospitales que están en crisis graves, pero cuando son intervenidos comienzan a mejorar sus indicadores. Nosotros en las 20 instituciones de salud intervenidas aumentamos facturación en 112 %, aumentamos la mejora en infraestructura en 300 %, aumentamos el recaudo en un 90% y mejoramos la efectividad”. 

Subrayó: “Qué estaba pasando en Calarcá, allí realizamos 54 hallazgos y lo encontramos cerrado, pero con el interventor, que hace las veces de gerente, el panorama ha cambiado”.

Aristizábal destacó que ahora el gobierno les ha dado facultades: “La ley más rápida que se ha aprobado es la 1949, que nos dio herramientas, aumentó el abanico de sanciones y nos permite ir contra los responsables. Antes interveníamos un hospital y cada 2 meses lo multábamos y la entidad, tras de que era víctima, tenía que responder, porque no íbamos contra quien había robado. Hoy sí lo hacemos, vamos detrás de los responsables y contra el patrimonio de ellos y esa es la razón por la que en el Quindío tenemos 8 investigaciones contra personas”.

Las intervenciones y las investigaciones han permitido que los recursos no se sigan perdiendo, porque, según lo expuso el superintendente, entre los años 2008 y 2009 se destinaron $1.2 billones del presupuesto a la nación para recuperar hospitales públicos, pero al año esos mismos centros estaban otra vez en crisis. 

Hospitales con vicios

El gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, quien también participó en el foro dijo que como profesional de la salud, este era un examen que no podía perder. “Recibí la salud enferma, estaban los hospitales con vicios y considero que con la salud no se puede jugar, es intocable y transversal a todos, nadie está exento de tener que llegar a un centro hospitalario”.

“Uno de los grandes retos que tuvimos fue La Misericordia de Calarcá, que estaba en cuidados intensivos, lo denunciamos, hicimos público lo que estaba sucediendo allí, fue una contienda difícil, pero la superintendencia atendió la situación y adelantó las investigaciones y la intervención que se tenía que hacer.

Este hospital, que estaba en las últimas consecuencias por politiquería, malos manejos de cartera, exceso de nómina administrativa, hoy no está al 100 %, pero lo tenemos en funcionamiento con nuevos servicios, remodelados, camas de calidad, unidad de pediatría y una cartera recuperada”, aseguró el gobernador.

Agregó: “Tenemos otros hospitales que no son viables, pero no es un problema solo del Quindío, sino de todo el país, hay más de 100 que no son viables por malas administraciones o porque no tiene los usuarios pertinentes. En el departamento el caso de Pijao es grave, tiene una deuda grande y, aunque el hospital no le pertenece a la gobernación, lo que hacemos es darle la mano a todos para que subsistan”.

Así recibió el hospital de Calarcá el interventor

Freddy Orlando Rojas Arias, interventor del hospital La Misericordia —el tercer invitado al foro—, dijo: “Encontramos una institución cerrada, con un talento humano asustado y con escasamente 20 a 25 profesionales y auxiliares de la salud que trabajaban a media marcha en el servicio de urgencias.

Encontramos, además de los 54 hallazgos de la superintendencia, otra clase de deficiencias dentro de los sistemas de facturación y contratación del hospital, malas prácticas en donde supuestamente se facturaba todo y el hospital aparecía con indicadores financieros excelentes, pero la radicación de la facturación no se hacía ante las EPS. Entre 2019, 2020 y 2021 se radicó una sola factura ante el Adres, por lo que estamos haciendo nuestros análisis finales para formular las denuncias, porque son daños fiscales que venían ocasionando el acabose”. 

Relató que lo más triste fue ver que había más de 240 personas sin sueldos. Para la fecha el costo de operación era de $2.100 millones y hoy se redujo a $800 millones, vendiendo casi lo mismo que vendían en el pasado. 

“Hoy todos los trabajadores del hospital tienen sus sueldos al día, recuperamos ambulancias, invertimos en infraestructura, en cuanto a los pasivos, recibimos $8.559 millones, de los que ahora solo debemos $5.000 millones, a pesar de las dificultades del sistema como la desaparición de Medimás, que tenía el 40 % de la contratación. Tenemos equilibrio presupuestal”.

60 % de los hallazgos han sido subsanados

Freddy Orlando Rojas Arias, interventor del hospital La Misericordia, señaló que se ha subsanado aproximadamente el 60 % de los hallazgos que encontró la superintendencia y su equipo de auditores.

“Venimos subsanando los otros progresivamente porque depende de las finanzas, entonces tenemos que hacer algunas inversiones para poder subsanarlos. Los principales hallazgos, que van a tener sanciones de tipo disciplinario o de tipo penal, ya se encuentran en manos de los entes de control, precisamente, la Procuraduría tiene agrupados la mayoría de estos procesos en uno solo, algo que es bueno porque eso evita que se dilaten las diligencias”, aseguró. 

Apuntó que por ahora seguirán con el plan de mejoramiento. “El hospital es salvable, financieramente es estable y viable, no se debe liquidar”.

Unidad mental de niños y adolescentes en el Quindío

Rojas Arias manifestó que adelantan conversaciones con el gerente del hospital Mental de Filandia, con el objetivo de crear en el centro de salud del corregimiento de Barcelona a la primera unidad mental de niños y adolescentes en el Quindío y posteriormente poder tener la primera unidad de atención de urgencias psiquiátricas en el departamento. 

La propuesta de fusionar hospitales

Sobre los hospitales del departamento, el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, dijo que hay unos que funcionan muy bien, pero hay otros con muchas dificultades, por lo que una de las propuestas es fusionar varias de estas entidades.

“El San Juan de Dios de Armenia es un hospital que nos enorgullece, pero hemos tenido que estar muy alertas, por ejemplo, de la evaluación del gerente.

Tenemos una junta pendiente de que el hospital no se permee con esas manos dañinas que le hacen daño a la salud y sigo vigilante. Ayer hablé con el gerente para trabajar conjuntamente y sacar el hospital adelante, ya que estaba muy molesto con lo que estaba pasando allí, pero sé que la solución no está en una pelea con el gerente o con el sistema, es vigilar y trabajar de la mano para lograr que los usuarios estén contentos”. 

En cuanto a los hospitales de Buenavista, Pijao y Córdoba, el mandatario seccional afirmó que se ha propuesto la fusión. “El de Génova es viable, pero con los de Pijao, Buenavista y Córdoba sí podríamos pensar en una unidad hospitalaria que comparta gastos administrativos, por ejemplo, mismo generante y mismo contador. Eso lo hemos hablado con los alcaldes, pero hay que mirar cómo nos acompañamos desde la superintendencia, pues tenemos que dar una solución radical así tengamos un precio político. Esos hospitales no me pertenecen, yo lo que hago es sugerir, acompañar y facilitar herramientas para que lo hagan”.

A su turno, el superintendente de Salud aseveró: “¿Por qué no hacemos una fusión de hospitales públicos que son muy pequeños, será que los alcaldes no los quieren soltar, será que tienen dueños políticos? Unámonos y fusionemos esa red para buscar eficiencia con una sola junta directiva, un solo equipo administrativo. Para el caso de San Camilo de Buenavista, hay que buscar fuente de financiación y hay que decir que hay 2 soluciones: se liquida o se hace un acuerdo de restructuración de pasivos. No hay otra para dejarlos en cero, lo que no se puede permitir es que se vuelva a poner en cero y a los 2 años esté igual que hoy”. 

Cerca de 155.000 personas de Medimás han sido trasladadas a otras EPS.

FUENTE LACRONICADELQUINDIO.COM