El colectivo que trabaja por la conservación del tigrillo andino

El colectivo que trabaja por la conservación del tigrillo andino

Foto : Cortesía Juan Camilo Cepeda Duque, biólogo.

Aunque su labor se desarrolla en otras zonas de la cordillera, tiene proyectado trabajar por la conservación de la especie en el departamento del Quindío. 

Hace 3 años Juan Camilo Cepeda Duque, un biólogo graduado en Risaralda y quien además es magíster en ciencias biológicas, decidió emprender un proyecto de conservación del tigrillo andino, una especie de la que se enamoró desde que empezó a realizar su tesis de maestría para conocer los aspectos más relevantes de la ecología espacial de este animal en los ecosistemas de alta montaña de la cuenca media del río Cauca

Desde entonces se convirtió en coordinador de este proyecto de conservación de esta especie amenazada conocida por su nombre científico como Leopardus tigrinus. Al ver el trabajo decidido de Juan Camilo por adelantar acciones de mitigación de las principales amenazas de este animal, muchas más personas, entre biólogos, estudiantes, veterinarios, artistas, diseñadores gráficos y docentes, se fueron sumando a esta causa y fue así como nació un colectivo que sin recursos del Estado logró establecer contactos que les permitieron obtener apoyo internacional. 

Con esta ayuda se focalizaron en trabajar no solo en el monitoreo de la especie, sino en implementar acciones que mitiguen las amenazas contra ella y realizar trabajos de educación ambiental en las zonas donde hace presencia el tigrillo para que los ciudadanos no los cacen, o no permitan que la fauna doméstica ingrese a zonas protegidas y se corra el riesgo de que se transmitan enfermedades zoonóticas. 

“Llevamos estos años trabajando en cuatro localidades: en el sur de Antioquia en un área protegida privada; en Apía, Risaralda; en otra área protegida; y en la cordillera Central en 2 distritos de conservación. En total hemos instalado más de 60 cámaras trampa con las que se han detectado más de 30 especies de mamíferos, desarrollamos más de 5 jornadas de vacunación de fauna doméstica que es nuestra principal acción de mitigación de amenazas para la especie”, comentó el biólogo. 

Señaló que en este trabajo han podido llegar a zonas muy apartadas del territorio donde trabajan y en donde se tienen reportes de brotes de moquillo en enfermedades infecciosas en perros y gatos por lo que realizan vacunación y adelantan una capacitación con la población sobre tenencia responsable de mascotas y, adicionalmente, hacen jornadas de educación ambiental con muralismo donde también desarrollan ejercicios pedagógicos para que los niños conozcan el tesoro que hay en las montañas.
 

Atropellamientos en Quindío

De acuerdo con Juan Camilo Cepeda Duque, este trabajo de conservación ya se está proyectando para iniciar en el Quindío debido a que se tiene detectado la presencia de la especie siendo su principal amenaza el paso por la autopista del Café. 

“Ha habido reportes de atropellamientos de tigrillos en esta zona y pensamos intervenir en un futuro mediato para empezar a conocer cuál es el efecto de esta autopista para la especie, también cuál es el efecto de esa perturbación alrededor de ese paisaje para el aumento de riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas o de enfermedades infecciosas, particularmente para el tigrillo, y en un futuro pensamos trabajar dentro y alrededor del distrito de conservación de suelos Barbas Bremen”, señaló el biólogo. 

Asimismo, el experto en el tigrillo andino manifestó que el colectivo se encuentra a la espera de que se anuncie que la especie que se conoce como Leopardus tigrinus sea elevada a especie como tal, es decir, Leopardus pardinoides, lo cual tendrá unas implicaciones importantes puesto que Leopardus tigrinus se conoce en ecosistemas de tierras bajas y el pardinoides sería una especie con presencia en tierras de bosques de montaña y ecosistemas de alta elevación, lo cual les dará un argumento importante para focalizar recursos que les permitan extenderse a las zonas más relevantes para su conservación. 

El Eje Cafetero es un lugar clave para la conservación de esta especie, existe ya evidencia morfológica, molecular, ecológica, conductual que soporta que esta va a ser una especie diferente y que su estado de amenaza es probable que cambie por lo tanto nosotros tengamos que aumentar nuestros esfuerzos para evitar su desaparición en la región”, dijo Cepeda Duque.

El biólogo señaló además que, aunque durante muchos años se ha puesto a los grandes carnívoros como como jaguares, pumas, oso andino y demás como especies emblemáticas para la conservación de ecosistemas, se ha ignorado por un buen tiempo la relevancia de los carnívoros más pequeños como estos tigrillos, regular procesos ecológicos y condicionar la integridad de los ecosistemas en donde están.

Pero hasta hace poco se ha venido cambiando ese paradigma, nosotros hemos empezado a conocer que esta especie depende de los bosques para poder sobrevivir, es una especie muy sensible a la perturbación en su hábitat, responde también a los cambios en la disponibilidad de presas porque este animal se alimenta principalmente de roedores, en su mayoría ratones pequeños, y además pueden ser reservorios de enfermedades que pueden afectar al hombre y esto puede tener relevancia si se mira desde el punto de vista que controla el brote de enfermedades; esto es algo que necesitamos cuantificar y demostrar con evidencia científica”, señaló el biólogo defensor de la especie. 

Dijo además que otro aspecto es su potencial como especie indicadora de la transformación de paisaje y del cambio climático al ser una especie que vive en las montañas y que existen estudios que señalan que probablemente las montañas van a desplazarse verticalmente hacia arriba producto del aumento en la temperatura por lo que es posible que los tigrillos empiecen a responder a esos cambios. 

“En mi tesis de maestría encontramos que la especie se encuentra con alta probabilidad en el gradiente intermedio de elevación, cuando el clima cambia es posible que ese gradiente se vaya a desplazar hacia arriba y el área donde la especie pueda estar se va a reducir, lo que puede generar unas respuestas impredecibles en la especie y eso nos puede indicar las consecuencias del cambio climático en la región”, precisó Juan Camilo Cepeda Duque. 

FUENTE lanuevacronicadelquindio.com