

El Consumer Electronic Show (CES) volvió este año a celebrarse de manera presencial. Uno de los eventos más importantes en el sector de la tecnología abrió nuevamente sus puertas en Las Vegas (EE. UU.) con la participación de cerca de 2.200 compañías, aunque con la ausencia física de varios gigantes tecnológicos –como Google, Meta, Amazon, Lenovo y Microsoft–, que debido al aumento de casos de covid-19 por la variante ómicron optaron por realizar presentaciones virtuales.
Ese no fue el único impacto de la pandemia, el evento, que se llevó a cabo entre el 5 y el 7 de enero, en un primer momento estaba programado para realizarse durante cuatro días, pero se decidió cancelar la jornada del sábado, 8 de enero.
Aún así, la feria sorprendió con novedades en sectores como el automotriz, la salud, la agronomía y el entretenimiento. Entre las innovaciones se destacan carros que pueden cambiar de color, dispositivos que acercan cada vez más el concepto del metaverso, robots humanoides, entre otros. Le contamos algunos de los aspectos más sorprendentes.
1. . Un vehículo que puede cambiar de color según la necesidad
¿Se imagina que su carro cambie de color solo con oprimir un botón? Pues esto ya es una realidad, la compañía BMW presentó el BMW iX Flow, un vehículo que utiliza tecnología electroforética, que es una técnica para la separación de moléculas según la movilidad de estas en un campo eléctrico, para cambiar los colores de negro a blanco o combinar blanco y negro en un caleidoscopio de gráficos en la superficie de su carrocería. Esto no solo no tiene un impacto estético, sino que permite cambiar a un tono claro mientras se conduce a altas temperaturas, generando una mayor eficiencia y una regulación térmica dentro del vehículo. Esta tecnología funciona a través de una aplicación que opera mediante una envoltura diseñada para cubrir el automóvil.
El anuncio que hizo el año pasado Facebook –ahora Meta– de convertirse en una empresa enfocada en el metaverso puso en boca de todos este concepto, que plantea una red de entornos virtuales siempre activos en los que muchas personas pueden interactuar entre sí. En el CES, algunos dispositivos le apuestan a que esto sea una realidad, la startup española Owo dio a conocer una chaqueta equipada con diferentes sensores, que se sincronizan con una aplicación móvil, los cuales permiten que las personas puedan sentir abrazos o incluso golpes en la realidad virtual. El usuario tiene la opción de graduar la intensidad de cada sensación. El dispositivo tiene un precio cercano a los 450 dólares y se espera que esté en el mercado a fines de este año.
3. Robots humanoides alcanzan otro nivel
Si alguien se robó las miradas en el CES fue Ameca, una robot humanoide que es capaz de hablar, responder diferentes preguntas y recrear con bastante detalle movimientos faciales similares a los de los humanos. Este equipo, que fue desarrollado por la empresa británica Engineered Arts, mezcla inteligencia artificial y aprendizaje automático, y puede parpadear, levantar las cejas y articular la boca de una manera muy natural. A Ameca se sumó el robot Pedia-Roid, que tiene el tamaño de un niño y está enfocado a la formación médica. Este humanoide busca simular de manera realista el comportamiento de un menor que no quiere recibir un tratamiento médico, incluyendo movimientos y sonidos.4. ‘Wearables’ 2.0: una apuesta por mejorar la salud a través de los datos
Los dispositivos vestibles o wearables han ido ganando en los últimos años un espacio en la preferencia de los usuarios, de la mano de los relojes y gafas inteligentes, pero esta no es la única opción de este segmento. En la gran feria tecnológica se presentó el Circular Ring, un anillo que cuenta con microsensores y busca ofrecerle a la persona más de 140 parámetros físicos, como la temperatura corporal, frecuencia cardiaca y respiratoria. Pero este no es lo único, la compañía japonesa Quantum Operation reveló el prototipo de un brazalete que mide continuamente el nivel de glucosa en la sangre, sin que los pacientes con diabetes tengan que usar agujas para realizar dicha medición.5. . Tractores autónomos, un paso más allá para un campo automatizado
A través de un teléfono inteligente, un agricultor puede arar grandes superficies de su cultivo o desyerbar. Esa es la apuesta de la compañía de tractores John Deere, que presentó un tractor no tripulado que combina diferentes tecnologías y GPS, para lograr este objetivo. El vehículo cuenta con doce cámaras integradas con inteligencia artificial que permiten que la máquina se detenga automáticamente si detecta algún tipo de obstáculo y le informa al usuario a través de una señal. Así mismo, la startup Naïo mostró un robot que quita la maleza del suelo, así como OZ, un pequeño ayudante capaz de cavar o surcar, y Dino, una máquina que puede desyerbar cultivos en hileras.