

El banco se encarga de beneficiar a 15 fundaciones sociales que operan en Armenia, Barcelona y Caicedonia.
El Dane registró que el 23 % de habitantes de Armenia no consume las 3 comidas diarias, este programa se ha encargado, en parte, de hacerle frente al problema.
La seguridad alimentaria de las familias en Armenia y el Quindío cada vez es más difícil. Según la encuesta Pulso Social, que realiza el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, el 23 % de habitantes de Armenia no tiene para consumir las 3 comidas diarias —desayuno, almuerzo y cena—. Esta encuesta tuvo en cuenta a 165.000 ciudadanos de todos los estratos.
No obstante, de manera casi silenciosa muchas entidades trabajan para ayudar a los más necesitados. Una de ellas es la Diócesis de Armenia, a través del Banco de Alimentos.
Este programa se lleva a cabo desde hace 20 años, ha funcionado en diferentes espacios, pero hoy en día está enseguida de la catedral La Inmaculada Concepción.
El Banco se encarga de brindar alimentación a 15 fundaciones sociales activas que manejan población en situación de vulnerabilidad en Armenia, el corregimiento de Barcelona y el municipio de Caicedonia, en el Valle del Cauca.
Lizeth Gañán Cotino, una de las operadoras del banco, indicó que gracias a esta opción en el solo 2022 se han entregado 2.581 kilos de alimentos para atender a 2.026 personas. En el 2021 se entregaron 1.644 kilos de alimentos para ayudar a 2.182 personas.
“Atendemos a adultos mayores, niños, familias enteras y personas que se encuentran en centros de rehabilitación”.
Sobre el Banco de Alimentos
La sede donde se encuentra el banco pasa desapercibida para la mayoría, ya que se asemeja a una pequeña bodega de almacenamiento, pero está acondicionada para la recepción y el despacho de los productos.
Cuenta con varias secciones, una donde se clasifican los alimentos, otra área de refrigeradores —para conservar carnes y lácteos—, y una para otra clase de productos —incluye implementos de aseo, ropa, útiles escolares, juguetes, entre otros—.
En el sitio trabajan las operadoras, un conductor encargado de transportar los elementos a donar y el director que es el padre José Balmoré Cañola Jiménez.
Acceso de fundaciones
Para que una fundación pueda tener acceso al Banco de Alimentos Diocesano debe cumplir una serie de requisitos como, por ejemplo, contar con documentación expedida por la Cámara de Comercio de Armenia y el Quindío, el RUT, fotocopia de la cédula de ciudadanía del representante legal, un listado de la población que se va a beneficiar.
“Es importante mirar el número de favorecidos, es que una fundación puede manejar una población menor a otra, por lo que no podemos entregar la misma cantidad de mercado. Lo hacemos como una manera para que los elementos a entregar no se vayan a perder”, explicó Lizeth Gañán Cotino.
Así mismo, el banco también está abierto a los programas de pastoral social de las parroquias de la Diócesis de Armenia. “Es necesario este tipo de medidas con la idea de darle orden, la idea es llegar a los que verdaderamente lo necesitan”.
Hace parte de Abaco
Desde el 2020, el proyecto hace parte de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia, Abaco, con la que ha podido conseguir alimentos y otros accesorios gracias a la colaboración de empresas nacionales.
“Es clave ser parte de Abaco porque se cuenta con donantes a nivel nacional. Son cadenas de supermercados, compañía de alimentos y más”, aclaró Lizeth.
Hay otras entidades que también se han vinculado y desinteresadamente aportan elementos. “Se han encargado de darnos, por ejemplo, café y huevos que son de gran ayuda”.
La clasificación
Cabe aclarar que los alimentos que llegan, gracias a las donaciones, no se entregan de inmediato a las fundaciones favorecidas.
Se requiere de trabajo especial de clasificación por varias razones, la primera porque varios de estos productos, sobre todo los alimenticios, llegan con la fecha de vencimiento muy cerca de cumplirse, por lo que es necesario despacharlos rápido.
“El objetivo es poder aprovechar los alimentos al máximo, porque muchos de ellos por estar abiertos van a parar a la basura o se vencen más rápido”, puntualizó Gañán Cotino.
LA MESA DE LA SOLIDARIDAD
Los programas de la pastoral social de la Diócesis son beneficiados por el Banco de Alimentos. Uno de ellos es la Mesa de la Solidaridad —ubicada al frente de la sede de la Diócesis de Armenia— para las personas en condiciones vulnerables.
El comedor funciona de lunes a viernes desde las 10 a. m. y hasta las 2 p. m., la mayoría de personas que lo aprovechan son adultos mayores, trabajadores que no ganan el dinero suficiente para consumir las 3 comidas diarias.
En promedio se atienden entre 50 y 70 personas que están inscritas, pero a veces se le brinda ayuda a otros, de acuerdo con la disposición que haya.
“El alimento que le brindamos tratamos que sea lo más completo posible, hace parte de la pastoral social y se busca que estas personas de escasos recursos tengan un alimento al día”, dijo el seminarista Cristian Camilo Bermúdez, quien coordina el funcionamiento del comedor.

FUENTE LACRONICADELQUINDIO.COM