
El Pentágono dijo que este material bélico no podrá volver a ser usado.
El ejército estadounidense destruyó aviones, vehículos blindados y un sistema de defensa antimisiles antes de dejar ayer el aeropuerto de Kabul, indicó un alto mando de EE. UU.
El jefe del comando central del ejército estadounidense, general Kenneth McKenzie, indicó a la prensa que los soldados “desmilitarizaron” 73 aviones antes de que terminara el puente aéreo de dos semanas con el que evacuaron a civiles que huyen del régimen talibán. “Esos aparatos no volverán a volar”, dijo. “No podrán ser usados (…). La mayoría ya estaba fuera de servicio de todas maneras”, agregó. “Pero es seguro que no volverán a volar”, puntualizó.
El Pentágono desplegó 6.000 soldados para ocupar, asegurar y hacer funcionar el aeropuerto de Kabul a partir del 14 de agosto. Pero dejó en el lugar 70 vehículos blindados MRAP resistentes a las minas antipersonas, de un costo de un millón de dólares cada uno, y 27 vehículos Humvee. Todos fueron inhabilitados, según McKenzie.
El ejército estadounidense también abandonó un sistema de defensa antimisiles C-RAM que detuvo ayer cinco cohetes disparados por el grupo Estado Islámico contra el aeropuerto. “Decidimos dejar esos sistemas funcionando hasta el último minuto”, justo antes del despegue del último avión, agregó el alto mando.
Hace falta “un procedimiento largo y complejo para desmontar esos sistemas”, explicó. “Así que los desmilitarizamos para que no puedan volver a ser usados”.
Coalición Global
La Coalición Global contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) reafirmó ayer su decisión de continuar luchando “hombro con hombro” para asegurar la “derrota” de esa “brutal” organización terrorista “donde sea que actúe”.
“Seguiremos aplicando una fuerte presión antiterrorista contra Daesh/Isis (como se conoce también al EI) donde sea que actúe”, subrayó en una declaración conjunta la citada coalición, que encabeza Estados Unidos y abarca más de 70 países en la lucha contra el grupo terrorista.
Divulgada en Bruselas por el Servicio Europeo de Acción Exterior (Seae), la declaración de la Coalición Global hace hincapié en que seguirá luchando “hombro a hombro” con sus socios para tomar las medidas necesarias para “asegurar la duradera derrota” del EI, como hicieron en Irak y Siria.
Con ese fin, la Coalición se propone aprovechar su experiencia y los esfuerzos de sus grupos de trabajo para “contrarrestar” las ramas globales del EI, incluido el Isis-K (EI-K), e “identificar y llevar a sus miembros ante la justicia”.
Frente a este “decidido enemigo”, que supone una “peligrosa amenaza”, la Coalición Global contra el EI recurrirá a “todos los elementos del poder nacional”, subraya la declaración que enumera los frentes “militar, de inteligencia, diplomático, económico, de aplicación de la ley” para “asegurar la derrota de esta brutal organización terrorista”.
Esperamos que los afganos bajo influencia del EI (…) abandonen sus operaciones en cuanto vean que se pone en marcha un gobierno islámico con la salida de las potencias extranjeras
En el comunicado, por otro lado, la Coalición Global contra el EI condena “enérgicamente” los ataques en Kabul del pasado 26 de agosto, en los que “murieron civiles afganos y británicos y miembros del servicio estadounidense a manos de los terroristas de Daesh/Isis”.
“La trágica pérdida de vidas se ve agravada por el hecho de que los muertos estaban tratando de evacuar o trabajando para llevar a cabo esa misión humanitaria”, concluye la nota publicada poco antes de que Estados Unidos haya dado ayer por terminada su misión en Afganistán, tras 20 años de guerra, después de la salida de los últimos aviones con sus tropas.
En medio de las amenazas terroristas por parte del EI, un portavoz de los talibanes aseguró ayer a la agencia AFP que los ataques del EI en Afganistán deben terminar con la salida de las tropas estadounidenses del país o el nuevo gobierno reprimirá a este grupo.
“Esperamos que los afganos bajo influencia del EI (…) abandonen sus operaciones en cuanto vean que se pone en marcha un gobierno islámico con la salida de las potencias extranjeras”, declaró Zabihullah Mujahi, portavoz talibán.
El grupo yihadista EI-K, que desde hace años está detrás de atentados mortales en Afganistán y Pakistán, reivindicó el ataque cometido el jueves en los alrededores del aeropuerto de Kabul, donde se encontraban miles de candidatos al exilio tras la toma del poder el 15 de agosto por los talibanes.